¿Debería existir la disciplina en el aula?

Pedro Bosque

Antes de hablar sobre el tema de la disciplina considero que es necesario definirla. Para mí la disciplina trata del buen comportamiento de las personas cuando estas obedecen y siguen las reglas impuestas en su comunidad. No obstante, creo que muchas veces la palabra disciplina tiene una connotación negativa porque se asocia a un autoritarismo. Quizás esto es debido a que esta palabra viene de la llamada diosa disciplina, que era la protectora de las milicias romanas y se caracterizaba por sus órdenes autoritarias. Por una parte, es verdad que durante mucho tiempo se utilizó en las aulas una disciplina férrea e injusta, abusando del poder del profesor sobre el alumno, pero por otra, eso ya no es así y por lo tanto la disciplina no tiene por qué tener actualmente un significado negativo. Hoy en día podemos mantener una disciplina, y esta ser democrática y justa. 

Se puede decir que hay dos tipos de disciplina: la proactiva y la retroactiva. La primera trata de asentar unas reglas, de hablar de las consecuencias que puede haber si estas no se respetan. Por supuesto que estas reglas y normas pueden ser discutidas y votadas por los alumnos y el profesor conjuntamente e incluso pueden ser redactadas y colocadas en la pared para que se tengan presentes. La segunda disciplina, la retroactiva, trata de las actuaciones que se llevan a cabo, o sea de las consecuencias, después de que ocurran los incidentes. Personalmente pienso que es mucho mejor poner en práctica una disciplina proactiva porque de esa forma se atiende a los incidentes antes de que estos ocurran. 

Mi opinión es que una disciplina es necesaria para todos los niños y adolescentes. En las aulas los profesores deben enseñar cómo es la vida real. En ella, estamos rodeados de reglas, normas y límites que se deben aprender a respetar así como a asumir las consecuencias en caso de no cumplirlas como ocurre en la sociedad. Considero que hoy en día cada vez más tanto padres como profesores dejan que los niños crucen los límites sin que haya ningún tipo de consecuencia. Se dice que los educadores no son los suficiente firmes. En este ensayo he mencionado conscientemente dos veces las consecuencias y no he nombrado los castigos. La razón es que el castigo es algo con lo que no estoy en principio de acuerdo, pero ese es otro tema que nos puede ocupar en el próximo ensayo.

En conclusión, sí que debería existir una disciplina proactiva. Al mismo tiempo debería haber unas reglas y normas  conjuntas, aprobadas por todos y con unas consecuencias estipuladas de no cumplirlas que deberían estar escritas junto a las reglas.